Limpió los pinceles y contempló su retrato. Los ojos delineados en negro le devolvieron su mirada. Se había atrevido a dibujarse tal y como aún se sentía, no como el espejo la reflejaba. Deslizó sus dedos sobre su piel envejecida, no era Dorian Grey, su alma no estaba atrapada en el cuadro. Libre para ser quien quisiera ser, no pudo evitar sonreír. Microrrelato inspirado en una preciosa obra de Anders Olov Forss En IG @andersolovforss
Nuria, muy buen trabajo. Las fichas muy chulas, me las he descargado todas.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Gracias a ti.
ResponderEliminarEspero que a los niños también les guste.
Nos han gustado mucho los cuentos. Sobre todo, el de Lucía. Ahora todas las noches mi hija antes de dormir quiere sueños de chocolate.
ResponderEliminarUn saludo desde Ontinyent.
Muchas gracias.
ResponderEliminarMe encanta. Espero que todas las noches tenga tu niña dulces sueños de chocolate.