Limpió los pinceles y contempló su retrato. Los ojos delineados en negro le devolvieron su mirada. Se había atrevido a dibujarse tal y como aún se sentía, no como el espejo la reflejaba. Deslizó sus dedos sobre su piel envejecida, no era Dorian Grey, su alma no estaba atrapada en el cuadro. Libre para ser quien quisiera ser, no pudo evitar sonreír. Microrrelato inspirado en una preciosa obra de Anders Olov Forss En IG @andersolovforss
Precioso Nuria :)
ResponderEliminarMil gracias, Margarita ;)
EliminarMuy lindo Nuria! !
ResponderEliminar¡Me alegra que te guste!
EliminarY me gustó mucho sigue asiendo muchos mas
Eliminarque bonito
ResponderEliminarMil gracias.
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