Dulces sonrisas dormilonas

“Dulces sonrisas dormilonas” sale publicado en febrero de 2016.

Un libro no tiene sentido si no es leído, quiero desde aquí dar las gracias a todos los que lo han hecho posible y a los lectores que darán sentido a mi libro.

El título agrupa a tres cuentos, editados justo al revés de cómo cronológicamente fueron creados.

"Bruno el payaso" se originó en un taller de teatro. 

En una de las sesiones el profesor nos pidió que improvisáramos una escena con una caja en las manos. Yo imaginé que tenía una caja llena de bolas de colores; deambulé por la sala regalando mis bolas imaginarias  con una sonrisa y un deseo de buenas intenciones a cada uno de mis compañeros. Pocos años después, cuando mi hijo empezó a pedirme cuentos inventados, la historia de una caja de bolas de colores mágica fue tomando forma con Avería, una bruja llamada así porque si la mirabas, sabías que necesitaba una buena reparación. 

Cuando cuento en el colegio la historia, dibujo la cara de Avería en la pizarra, de forma que sus rasgos puedan ser transformados a lo largo del relato. En él, Avería se moja poco a poco la cara con las lágrimas de los niños y estas van eliminando todo aquello que la afea, convirtiéndola en una bonita bruja. Mis alumnos siempre aplauden y se muestran felices con el cambio. Sin rencor, siguen aplaudiendo cuando Avería es perdonada y pasa a ser la bruja Divertida.

¿Entendéis porque me encanta trabajar con niños?

Como pongo en mi biografía, es un verdadero privilegio.

"La ovejita dormilona" surgió en un momento de “necesidad”, nos fuimos de viaje a las lagunas de Ruidera, mi hija era  pequeña; después de un largo paseo y una buena ducha, literalmente se estaba durmiendo en la mesa del restaurante del hotel. Esperando la cena y mientras comía, fue surgiendo, entre risas, la historia de una ovejita tan dormilona como ella.

Fue también mi hija, la que me inspiró, más tarde el tercer cuento, "Dulce mirada de chocolate", fue una niña muy dulce, no me hubiera extrañado que algún día ella también hubiera convertido, como la protagonista del cuento, una aburrida comida en una deliciosa comida de chocolate.

El libro ha sido ilustrado por José Gabriel Espinosa, un artista muy versátil y creativo, que ha aportado un toque muy personal a los cuentos. Este ha sido su primer trabajo infantil, podéis conocerlo mejor en su web:

http://www.artofjosegabriel.com/